Mons. García Cuerva: 'Es revolucionario decir que creo en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo'

En la solemnidad de la Santísima Trinidad, el arzobispo de Buenos Aires propuso ver a Dios como "Dios familia, Dios amor, Dios Trinidad", a quien estamos llamados a parecernos.

En la solemnidad de la Santísima Trinidad, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la misa en la catedral metropolitana, cuya advocación es precisamente la de la Santísima Trinidad y que remite al nombre fundacional de la ciudad.

La celebración reunió a numerosos fieles que se acercaron al templo madre de la Iglesia porteña para conmemorar uno de los grandes misterios de la fe cristiana: un solo Dios en tres Personas.

En su homilía, el arzobispo propuso tres actitudes ante este misterio: humildad, alabanza y compromiso.

"Hay muchas cosas que ustedes no pueden comprender ahora", dijo citando el Evangelio del día, y subrayó que frente al misterio de la Trinidad, la primera respuesta debe ser la humildad. "Dios nos excede absolutamente. Podemos tener una imagen de Él, por supuesto, pero nunca dejará de ser un enorme misterio. Si llegás a comprender y entender quién es Dios, entonces ese no es Dios", afirmó.

En un tiempo en que "todo el mundo tiene respuestas para todo", monseñor García Cuerva valoró la actitud de quien reconoce que no lo sabe todo y se abre a la trascendencia. "En un mundo donde hablamos de todos los temas como si fuésemos especialistas, qué bueno volver a tomar conciencia de que no todo lo sabemos. Que el misterio de Dios nos abarca", expresó.

El segundo punto de su reflexión fue la alabanza. Invitó a los presentes a no quedarse sólo en el asombro ante lo incomprensible, sino también a alabar a Dios por su presencia activa en la historia. "Alabarlo por la creación, por el Hijo que se hizo uno con nosotros y dio la vida, y por el Espíritu Santo que nos anima, que nos impulsa, que nos hace comunidad. El Espíritu es motor de la historia", señaló.

Fe y compromiso cristiano
Finalmente, centró su mensaje en el compromiso cristiano que surge de la fe en la Trinidad. Al citar una canción del padre Julián Zini, sacerdote y poeta correntino, dijo: "Y es que Dios es Dios familia, Dios amor, Dios Trinidad. De tal palo, tal astilla, somos su comunidad". A partir de esa imagen, exhortó a construir relaciones de fraternidad en medio de un mundo fragmentado.

"Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, que es familia, y por eso queremos ser familia; que es amor, y por eso queremos vivir el amor; que es tres personas distintas, y por eso queremos aprender a respetar al distinto como hermano", afirmó. "Nuestro Dios no es un solterón solitario que se quedó en el cielo. Es un Dios que comunica su amor y que quiere que nos parezcamos a Él".

En el día del Padre, el arzobispo también evocó el parecido de los hijos con sus padres como signo de la vocación a reflejar en el mundo la imagen del Dios trino. "¿Cuántas veces nos habrán dicho: 'te parecés a tu viejo'? Bueno, nosotros nos queremos parecer a nuestro Dios", sostuvo.

Concluyó su homilía con una exhortación a testimoniar ese Dios cercano en la vida concreta: "Parece revolucionario decir hoy que creo en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque implica comprometerse con la unidad, con la comunión, con la ternura y con la esperanza. Implica trabajar por una humanidad más fraterna".+