Jueves 26 de junio de 2025

'El corazón de la diócesis está en los jóvenes que se animan a decirle sí al Señor'

  • 25 de junio, 2025
  • Posadas (Misiones) (AICA)
En el santuario de Loreto, tres seminaristas fueron admitidos como candidatos al sacerdocio. El obispo Juan Martínez presidió la Eucaristía y destacó la importancia de rezar por las vocaciones.
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La comunidad de Posadas se reunió en el santuario de Loreto para participar de la misa de admisión a las Sagradas Órdenes. de los seminaristas Walter Florentín, Matías Mariano y Martín Molina.

La Eucaristía fue presidida por el obispo, monseñor Juan Martínez, quien durante su homilía expresó su agradecimiento por las vocaciones que surgen en la diócesis y subrayó el sentido espiritual de la celebración.

"Qué lindo es celebrar la Eucaristía en este lugar, la Tierra de María, nuestro Santuario de Loreto. Hoy damos gracias a Dios por muchas cosas, especialmente por las vocaciones y por nuestro seminario", afirmó.

El obispo recordó los orígenes del Seminario Mayor, inaugurado en 2002, y cómo ha crecido junto al fortalecimiento del santuario como espacio de espiritualidad y peregrinación.

"Desde ese tiempo, María ha sido guía e intercesora. Le agradezco especialmente a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, a quien le pido siempre por las vocaciones, incluso con números. Y Dios responde generosamente", expresó.

Admisión, un gesto formal
Monseñor Martínez explicó que la admisión es un gesto formal mediante el cual la Iglesia reconoce públicamente la voluntad y disposición de los seminaristas de continuar su camino hacia el presbiterado. Este rito representa una etapa clave del proceso formativo, en la que los futuros sacerdotes renuevan su entrega a Dios y a la Iglesia.

El obispo también hizo un llamado a rezar por las vocaciones. "El mundo no entiende la vocación sacerdotal, porque es una propuesta exigente: no se trata de éxito o comodidad, sino de donación, de entrega, de amar al estilo de Cristo. Sólo cuando nos donamos por amor podemos alcanzar la plenitud", señaló. Y añadió: "No damos testimonio de nuestra perfección, sino del amor de Dios que actúa incluso en nuestras debilidades".

La celebración concluyó con una invitación a acompañar espiritualmente a los seminaristas. "Ahí está el corazón de la diócesis: en el seminario, en los jóvenes que se animan a decirle sí al Señor", dijo monseñor Martínez y el valor de la oración como sostén del camino vocacional.+