El arzobispo de Rosario presidió el inicio del Año Santo en la arquidiócesis, con una peregrinación desde el santuario de San Cayetano hasta la catedral Nuestra Señora del Rosario.
El arzobispo recordó que "en Navidad se celebra el realismo de una familia marginada, como lo fueron José, María y el Niño perseguido". Hoy como ayer estas familias piden que se les preste atención.
"Somos seres humanos, nacemos en una familia y nos debemos a una familia. Tratemos de hacerla madurar, para que podamos así reflejarla en el resto de la sociedad", pidió el obispo.
El obispo de Nueve de Julio presidió la misa de Nochebuena en la catedral y la misa de Navidad en el carmelo San José. Invitó a una esperanza capaz de transformar las realidades terrenas.