Martes 17 de junio de 2025

Mons. Buenanueva invita a 'desnudar el altar' para redescubrir su fuerza simbólica

  • 23 de mayo, 2025
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco propone recuperar la centralidad del altar en la liturgia, invitando a retirar adornos excesivos para redescubrir su valor simbólico y teológico como signo de Cristo.
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En una nueva reflexión pastoral, monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, hizo una propuesta que interpela la forma en que se celebra la liturgia en muchos templos de la diócesis: "desnudar el altar" para devolverle su centralidad y fuerza catequética. La propuesta se enmarca en una mirada más profunda sobre el sentido litúrgico y teológico de los signos sagrados, y apunta a una celebración más fiel a la riqueza del rito y su profunda carga espiritual.

"Hace un tiempo les propuse 'adelgazar los guiones' de la misa. Ahora vuelvo sobre una cuestión más importante: 'desnudemos el altar'", expresó el obispo en un mensaje difundido recientemente, en el que hace un llamado a redescubrir el altar como signo central de la celebración eucarística.

Inspirado en las indicaciones del Misal Romano, monseñor Buenanueva recordó que el altar es "la mesa del Señor" y "el centro de la acción de gracias que se consuma en la Eucaristía". Sin embargo, observa con preocupación que en muchas celebraciones este signo ha sido desdibujado por el exceso de adornos, carteles, telas y objetos simbólicos que, si bien son bienintencionados, terminan oscureciendo su significado.

"No me refiero al rito del Jueves Santo, sino a algo más cotidiano", aclara el obispo. "Los altares han pasado a ser mostradores de todo tipo de decoraciones que, aunque no de mal gusto, ocultan su belleza y simbolismo."

Monseñor Buenanueva destaca que muchos de los altares en la diócesis son de materiales nobles y han sido solemnemente consagrados, lo cual refuerza su importancia como "Cristo en el centro de nuestras iglesias, porque es el centro del cosmos, de la historia humana y de nuestra vida".

La propuesta del prelado no apunta a despreciar la dimensión catequética de las imágenes o adornos litúrgicos, sino a priorizar la riqueza mistagógica propia de los signos litúrgicos ya presentes. "El simbolismo del altar en sí mismo es suficientemente rico de significados para una catequesis inagotable", señala, invitando a retomar una verdadera catequesis mistagógica, que conduzca a los fieles al misterio de la Gracia.

Asimismo, advirtió sobre los riesgos de confundir la liturgia con lógicas ajenas a ella, como la de los espectáculos o actos escolares, que tienden a desplazar los signos sagrados por otros recursos más llamativos pero menos significativos desde la fe.

La reflexión concluye con un llamado a la comunidad: "¿Les parece entonces que desnudemos un poco nuestros altares para que se vean en su belleza y, de esa manera, nos hablen del misterio que evocan?"+