Mons. González Balsa: 'Somos testigos alegres y llenos de esperanza'

El obispo auxiliar de Río Gallegos subrayó que la Ascensión no es un alejamiento de Cristo, sino una nueva forma de su presencia. "Jesús no nos deja solos. Nos promete el envío del Espíritu Santo".

El obispo auxiliar de Río Gallegos, monseñor Fabián González Balsa, presidió la misa de la solemnidad de la Ascensión del Señor en la capilla del obispado.

En su homilía, monseñor González Balsa destacó que las lecturas del tiempo pascual prepararon a la comunidad para esta "aparente despedida" del Señor, quien instruyó a sus discípulos para la gran misión que vendría después de su resurrección. "El Señor fue insistente, machacando con amor para que su mensaje quedara bien grabado en lo más profundo del corazón de cada creyente: anunciar la buena noticia", expresó.

El obispo auxiliar de la diócesis santacruceña subrayó que la Ascensión no es un alejamiento de Cristo, sino una nueva forma de su presencia. "Jesús no nos deja solos. Nos promete el envío del Espíritu Santo, el defensor, el abogado, el que fortalece", explicó. En este sentido, afirmó que la experiencia de la primera comunidad sigue viva en cada creyente: "No vivimos una experiencia de orfandad, sino de cercanía. Cristo está con nosotros".

Refiriéndose al papel de los cristianos en el mundo, el prelado dijo que la Ascensión implica una participación activa: "Recibir al Espíritu Santo es para ser testigos en todo el mundo. No de cualquier manera, sino con alegría y esperanza". Y añadió: "Así como el Señor fue elevado, también nosotros somos invitados a elevarnos, no solo espiritualmente, sino en nuestras actitudes, en la calidad de nuestras acciones, en ser mejores personas".

"Esta fiesta -continuó--? nos invita a dejar de mirar solo al cielo y mirar también nuestra realidad, para ayudar a otros a ascender, a mejorar, a ser más humanos y más fraternos. Porque la esperanza no es solo un mensaje, es una misión".

En el contexto del Año Jubilar, monseñor González Balsa alentó a rezar por la Iglesia en Río Gallegos, que se encuentra en proceso de discernimiento comunitario a través de las asambleas parroquiales y decanales, en vistas a una futura Asamblea Diocesana. "Pidamos ser una Iglesia elevada, peregrina de esperanza, que camina unida como el Señor nos ha pedido", animó.

La celebración concluyó con una invitación a vivir la fiesta de Pentecostés con apertura al Espíritu Santo, en un renovado compromiso misionero y eclesial.+