Chascomús: pedido de un cura misionero para acompañar a una diócesis hermana
- 30 de diciembre, 2025
- Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
Mons. Liébana invitó al clero a un discernimiento comunitario ante la solicitud de la diócesis de Añatuya, que necesita un sacerdote para una parroquia que quedará sin pastor.
En el marco de la celebración de la Navidad, el obispo de Chascomús, monseñor Juan Liébana, dirigió un mensaje a los sacerdotes de la diócesis en el que, además de compartir una reflexión espiritual sobre el misterio de Belén, los invitó a un discernimiento comunitario ante un pedido concreto de colaboración misionera.
Según expresó el prelado, en los saludos navideños recibidos el 25 de diciembre se destacó el mensaje de su hermano en el episcopado, monseñor José Luis Corral SVD, obispo de Añatuya, quien solicitó la disponibilidad de un sacerdote para cubrir una parroquia que quedará sin pastor a partir de marzo.
Monseñor Liébana señaló que este pedido interpela profundamente a la diócesis de Chascomús, aun reconociendo la propia escasez de clero que se vive en el territorio.
En su carta, el obispo remarcó que la responsabilidad episcopal incluye la solicitud por todas las Iglesias, y propuso leer esta situación como una posible llamada del Señor a "dar desde la propia pobreza", evocando la imagen evangélica de la viuda que ofrece todo lo que tiene. Subrayó que una eventual partida de un sacerdote implicaría un esfuerzo y un reordenamiento pastoral, por lo que no se trata solo de una decisión individual, sino de un discernimiento del presbiterio como cuerpo.
Una invitación con perspectiva misionera
Monseñor Liébana enmarcó esta invitación en una perspectiva misionera más amplia, recordando palabras del Documento de Aparecida, citadas por el papa Francisco en Evangelii Gaudium, sobre la fecundidad de una vida entregada a la misión. En ese sentido, destacó experiencias misioneras recientes vinculadas a la diócesis, como el envío de dos laicos a la Amazonía peruana y la partida del presbítero Ricardo Fracchia para asumir una parroquia en La Rioja, donde existe mayor escasez de clero.
El obispo afirmó que una Iglesia viva es fecunda y que la generosidad en la misión está unida a la confianza en que Dios no se deja ganar en generosidad. También vinculó este dinamismo misionero con el camino de una Iglesia "totalmente ministerial", donde todos participan activamente con sus dones al servicio de la misión evangelizadora.
Por último, monseñor Liébana citó enseñanzas del Concilio Vaticano II y de san Juan Pablo II, en particular de los documentos Presbyterorum Ordinis y Pastores dabo vobis, para fundamentar la dimensión universal del ministerio sacerdotal y la necesidad de una más justa distribución del clero entre las distintas Iglesias particulares.
La carta concluye con un agradecimiento a los sacerdotes por su entrega cotidiana y con la puesta en manos de la Virgen de la misión juvenil diocesana que se inicia en Loma Verde. +
