Sábado 13 de diciembre de 2025

'No hagan mal uso de los datos' pidió el Papa a las agencias de inteligencia

  • 12 de diciembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
León XIV exhortó a los servicios de inteligencia trabajar siempre guiado por dos principios éticos: el respeto a la dignidad de la persona humana y la ética de la comunicación.
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En un discurso a los servicios secretos de Italia, el papa León XIV pidió una seguridad basada en la ética, advirtiendo que la búsqueda de la paz nunca debe hacerse a expensas de la dignidad humana o la verdad.

Al dar la bienvenida a los miembros del Sistema de Inteligencia de Seguridad de Italia en el centenario de su fundación, León XIV recordó que fue en 1925 cuando se estableció el primer servicio de inteligencia coordinado de Italia, sentando las bases para construir un sistema más eficaz y coordinado, destinado a salvaguardar la seguridad del Estado. Cien años después, continuó, las herramientas y capacidades han evolucionado significativamente, pero también lo han hecho las responsabilidades y los riesgos morales asociados a esta labor.

Proteger la paz, respetar la dignidad humana
Los profesionales de inteligencia, les dijo al recibirlos hoy, 12 de diciembre, en el Vaticano, tienen confiada "la seria responsabilidad de vigilar constantemente los peligros que puedan amenazar la vida de la Nación, para, sobre todo, contribuir a la protección de la paz". Su labor, a menudo oculta a la opinión pública, es esencial precisamente porque busca anticipar las crisis antes de que estallen.

Sin embargo, advirtió el Papa, la discreción también puede exponer el trabajo de inteligencia a un uso indebido o a su instrumentalización. Por ello, continuó, el profesionalismo debe ir acompañado de una firme perspectiva ética, comenzando por el respeto a la dignidad de la persona humana.


"La actividad de seguridad", continuó, "nunca debe perder de vista esta dimensión fundamental y nunca debe dejar de respetar la dignidad y los derechos de cada persona". Incluso cuando el bien común parezca urgente, debe resistirse la tentación de eludir los límites éticos. La recopilación de información, afirmó el Papa, afecta inevitablemente los derechos individuales, una realidad que exige proporcionalidad, claridad jurídica y supervisión constante.

El Papa instó entonces a que las actividades de inteligencia estén estrictamente reguladas por la ley, sujetas al escrutinio judicial y transparentes en su gestión financiera. La seguridad nacional, enfatizó, nunca debe ir en detrimento de los derechos fundamentales, como la vida privada y familiar, la libertad de conciencia y de información, y el derecho a un juicio justo.

La ética de la comunicación
El Papa León destacó la importancia de la ética de la comunicación. En un mundo saturado de datos y transmisión instantánea, advirtió sobre los peligros que representan la desinformación, la manipulación y la explotación de los vulnerables. El "intercambio masivo y continuo de información", afirmó, exige una vigilancia crítica, especialmente ante las noticias falsas, el chantaje y la incitación al odio y la violencia.

Enfatizó que la información confidencial nunca debe utilizarse como arma para intimidar, manipular, chantajear o desacreditar a figuras públicas, periodistas o actores de la sociedad civil. Esta advertencia, añadió, se aplica también al ámbito eclesial. En algunos países, la propia Iglesia se convierte en víctima de operaciones de inteligencia que actúan con fines ilícitos, coartando su libertad.

Tales riesgos, señaló el Papa, exigen "una elevada estatura moral", no sólo de aquellos que ingresan recientemente a los servicios de inteligencia, sino también de aquellos que han servido en ellos durante mucho tiempo.

Recordando a quienes dieron su vida
El Santo Padre dedicó entonces sus pensamientos a todos aquellos que perdieron la vida durante misiones delicadas, a menudo llevadas a cabo sin el reconocimiento público. "Su dedicación quizá no aparezca en los titulares de los periódicos", dijo, "pero perdura en las personas a las que ayudaron y en las crisis que ayudaron a resolver".

Al concluir su discurso, el Papa agradeció el papel que desempeñan los servicios de inteligencia italianos para garantizar la seguridad de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, y animó a los presentes a vivir su vocación profesional con equilibrio y discernimiento, teniendo siempre en cuenta el bien común y permaneciendo "firmemente anclados en aquellos principios jurídicos y éticos que ponen la dignidad de la persona humana por encima de todo".+