La Plata: Mons. Carrara ordenó cuatro diáconos permanentes

El arzobispo platense confirió el ministerio del diaconado por la imposición de manos a Marcelo Lanari, Nicolás Iaconis, Jorge Di Pinto y Rodolfo González en una misa celebrada en la catedral.

El arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, presidió en la catedral la celebración eucarística en la que confirió el diaconado permanente a Marcelo Lanari, Nicolás Iaconis, Jorge Di Pinto y Rodolfo González.

La misa, que se llevó acabo el viernes 5 de diciembre, fue concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Alberto Bochatey OSA, monseñor Jorge González y monseñor Federico Wechsung, junto con varios sacerdotes. Participaron también otros diáconos permanentes, familiares y amigos de los ordenados, así como fieles de las comunidades en las que los nuevos diáconos sirven pastoralmente.

Durante la homilía, monseñor Carrara destacó la vocación al servicio como rasgo esencial del ministerio diaconal, e invitó a los ordenandos a vivir su misión con un corazón cercano al Pueblo de Dios, especialmente a quienes atraviesan situaciones de fragilidad.

Subrayó además que el diaconado permanente es un signo de Iglesia servidora y comprometida con las realidades concretas de cada comunidad. El pastor arquidiocesano pidió a los neo diáconos que "no se dejen arrancar nunca la esperanza que proviene del Evangelio, al cual deben, no solo escuchar, sino además servir".

Por otra parte, los alentó a "conservar el misterio de la fe con pureza de alma y a practicar en sus vidas la Palabra de Dios que anunciarán, para que el pueblo cristiano, vivificado por el Espíritu Santo, se convierta en una ofrenda pura y agradable a Dios". "Muéstrense sin manchas irreprochables ante Dios y ante los hombres", manifestó Carrara.

En un clima de profunda oración, los candidatos realizaron las promesas propias del orden sagrado y recibieron la imposición de manos, rito central de la ordenación. Luego fueron revestidos con la estola y la dalmática, signos de su nueva misión pastoral.

Los nuevos diáconos permanentes agradecieron la confianza de la Iglesia y el acompañamiento de sus familias y comunidades, y renovaron su compromiso de servir en diversos ámbitos pastorales.

Al finalizar la celebración, el arzobispo pidió a los fieles presentes que recen por los recién ordenados para que sean servidores alegres, fraternos y fieles al Evangelio, y animó a toda la comunidad a valorar y sostener este ministerio que enriquece la vida diocesana.+