Dos nombres para una misma Madre: la reflexión de Mons. Buenanueva
- 11 de diciembre, 2025
- Villa Concepción del Tío (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco profundizó sobre las expresiones "llena de gracia" y "esclava" del diálogo bíblico entre el ángel Gabriel y la Virgen María, e invitó a redescubrir el llamado al servicio.
En el santuario de la Inmaculada Concepción, conocido como La Virgencita, en la localidad cordobesa de Villa Concepción del Tío, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, compartió el 8 de diciembre una reflexión centrada en el diálogo bíblico entre el ángel Gabriel y la Virgen María. El prelado invitó a profundizar en los dos términos que aparecen en ese pasaje: "llena de gracia" y "esclava".
En su mensaje, monseñor Buenanueva recordó que el saludo del ángel inicia con las palabras: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo", expresión que la tradición cristiana retoma cada día en la oración del Ave María. Señaló que, según el Evangelio, el ángel no llama a María por su nombre, sino que la identifica directamente como "llena de gracia", lo que para el obispo constituye "un segundo nombre" y la expresión de "su identidad más profunda a los ojos de Dios".
El obispo destacó que esta gracia es entendida en singular, como una condición permanente que define la existencia de María desde su concepción. Recordó también expresiones de la piedad popular como "Ave, María Purísima, sin pecado concebida" y señaló que, para los creyentes, la oración puede ser ocasión para reconocer el propio nombre a la luz de Dios.
La respuesta de María al anuncio del ángel
Al abordar la respuesta de María al anuncio del ángel -"Yo soy la esclava del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho"-, monseñor Buenanueva explicó que el término "esclava", pese a sus connotaciones históricas negativas, expresa en la tradición cristiana la disponibilidad total a Dios. Subrayó que los creyentes comparten con María la conciencia de ser criaturas que buscan servir a Dios mediante el servicio a los demás.
En este punto, citó una enseñanza que atribuyó primero al papa Francisco y luego al papa León XIV: "La peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual..." El obispo remarcó que, según esta visión, los pobres necesitan tanto la cercanía humana como la propuesta de fe y la vida sacramental.
Monseñor Buenanueva se refirió luego al santuario de la Inmaculada Concepción como un espacio donde convergen "los pobres, los humildes, los sencillos, los jóvenes y no tan jóvenes". Allí, dijo, los fieles buscan ponerse "a sus pies" y aprender de María a vivir como discípulos de Jesús y servidores de sus hermanos.
La reflexión concluyó con un llamado a mirar a María como Madre y guía espiritual en la vida cotidiana de los creyentes.+
