Concepción: masiva devoción mariana en la fiesta de la Inmaculada

El obispo, Mons. José Díaz, presidió la misa central en la catedral bajo esa advocación mariana. Insistió en suplicarle por las necesidades del pueblo e invocó su protección ante cientos de flagelos.

La diócesis de Concepción, en Tucumán, celebró la fiesta patronal de la Inmaculada el 8 de diciembre. Entre las diversas procesiones y misas, se celebró la misa central en la esplanada de la catedral, que fue presidida por el obispo diocesano, monseñor José Díaz, y concelebrada numerosos sacerdotes.

Ante la presencia de autoridades del gobierno local, instituciones educativas, comunidades y movimientos, entre otras varias, monseñor Díaz destacó el sentido espiritual de la celebración y expresó su gratitud por "compartir este momento de fe a los pies de nuestra Madre". 

Recordó que los fieles fueron convocados por María, "por su amor de Madre y nuestro amor por ella", para acercarse con esperanza a la bendita imagen de la Inmaculada Concepción y suplicarle por las necesidades del pueblo, honrándola por haber sido preservada del pecado original para ser Madre del Salvador.

El prelado reflexionó sobre el pasaje del libro del Génesis proclamado en la liturgia, en el que la humanidad aparece marcada por el miedo, la vergüenza y la desobediencia. Advirtió que aquella malicia inicial, que derivó en el asesinato de Abel, actualmente se manifiesta en una pérdida del sentido del pecado.

Ofensa e indiferencia
"Ya no nos duele ni tememos ofender a Dios, más bien nos gana la indiferencia", señaló monseñor Díaz, quien, en ese contexto, observó que las personas suelen buscar culpables ante las consecuencias de sus malas decisiones sin asumir responsabilidades.

El obispo alertó además sobre la instalación silenciosa de modos de pensar y vivir alejados de la voluntad de Dios, visibles -dijo- en el avance de la cultura de la muerte. Mencionó la baja natalidad y la práctica generalizada del aborto, que calificó como "un verdadero genocidio", comparando la sangre derramada con la de Abel que clama al cielo. 

También denunció el avance del narcotráfico, que describió como "una mancha de aceite que invade todo", afectando por igual a ricos y pobres, y destruyendo familias que observan con impotencia cómo se derrumba la vida de sus hijos.

Además, expresó su preocupación por el aumento de suicidios entre adolescentes y jóvenes, fenómeno asociado al consumo problemático, el debilitamiento de los vínculos y la pérdida del sentido de la vida. 

Finalmente, el obispo de Concepción señaló que en una "sociedad del cansancio", señaló que muchos jóvenes optan por una vida centrada en el disfrute inmediato y sin proyectos a largo plazo, ambiente que favorece la ludopatía, las adicciones digitales y la búsqueda constante de entretenimiento para evitar enfrentar la realidad "con creatividad y amor".

Entre las diversas actividades por la fiesta patronal, se estrenó la Zamba de la Inmaculada en danza por parte de ballets folclóricos. Es una zamba cuyo autor fue el sacerdote Miguel Soria, ya fallecido. También interpretaron en danza el Vals de la Inmaculada.+