Mons. Buenanueva propone rezar el Credo niceno-constantinopolitano en las misas de 2026

El obispo de San Francisco destacó los 1.700 años del Concilio de Nicea, explicó la función del Credo en la vida de la Iglesia y sugirió que, desde Navidad de 2025, se acompañe de catequesis.

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, difundió el 2 de diciembre su reflexión semanal titulada "El Credo en la vida de la Iglesia", centrada en los 1.700 años del Concilio de Nicea y en la importancia actual del Símbolo niceno-constantinopolitano.

El obispo recordó que el Concilio de Nicea, celebrado en 325, fue convocado para enfrentar la herejía de Arrio, que negaba la divinidad de Jesucristo. Explicó que los padres conciliares recurrieron a una profesión de fe bautismal y, tras añadir expresiones clave, definieron la identidad divina de Cristo. Más adelante, en el año 381, el Concilio de Constantinopla hizo lo propio respecto del Espíritu Santo, afirmando también su divinidad.

Según señaló, el texto resultante recibió el nombre de Símbolo o Credo niceno-constantinopolitano. Buenanueva precisó que se lo llama "Símbolo" porque reúne las verdades fundamentales de la fe y permite que quienes lo recitan se reconozcan como miembros de la misma Iglesia. Recordó además que el término proviene del griego "symballein" y que también se lo denomina "Credo" por su primera palabra en latín, "Credo in unum Deum".

El obispo explicó que los credos no son oraciones dirigidas a Dios, sino fórmulas litúrgicas para confesar la fe. Indicó que surgieron en el ámbito del bautismo y, con el tiempo, se incorporaron a la liturgia eucarística, donde se recitan tras la proclamación de la Palabra.

En su reflexión destacó también la función doctrinal de estos textos, que presentan de manera sintética las verdades fundamentales de la fe, organizadas en torno a las tres personas de la Trinidad. En la liturgia católica -recordó- existen dos credos: el apostólico y el niceno-constantinopolitano.

Monseñor Buenanueva mencionó que el Catecismo de la Iglesia Católica dedica la primera parte al Credo y subrayó el deber de los bautizados de conocer su fe para poder explicarla. Por eso, señaló la importancia del estudio del Credo a través del Catecismo.

Finalmente, propuso que "a partir de esta Navidad 2025 y durante los domingos del año próximo, en la misa sustituyamos el Credo apostólico por el Credo niceno constantinopolitano". Añadió que sería oportuno acompañar esta práctica con catequesis breves sobre el contenido del Símbolo.+