Sábado 5 de julio de 2025

Mons. Fernández: 'El sacerdocio, un mandato programático y fascinante'

  • 5 de julio, 2025
  • Rafaela (Santa Fe) (AICA)
Lo aseguró el obispo emérito de Rafaela durante la misa por sus bodas de oro sacerdotales en la catedral local. Mons. Torres destacó lo providencial de vivir un jubileo dentro de otro Jubileo.
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El obispo emérito de Rafaela, monseñor Luis Fernández, predicó la misa de acción de gracias por sus bodas de oro sacerdotales en la catedral San Rafael. La Eucaristía fue presidida el 4 de julio por el actual diocesano, monseñor Pedro Torres, y concelebrada por una veintena de sacerdotes del clero local.

"Es la primera vez en la historia que Rafaela tiene un emérito y un obispo titular juntos", dijo la Cuando terminó la ceremonia, los presentes fueron a saludar al visitante que volvió a Rafaela luego de dos años y medio.

En la homilía, monseñor Fernández expresó: "Doy gracias a Dios junto a todos ustedes por su presencia en esta querida catedral, donde tuve la gracia de haber sido obispo cerca de una década de los 50 años que estoy celebrando de mi ordenación sacerdotal en Roma, en el año de la reconciliación, donde el recordado papa Pablo VI quiso realizar en la Iglesia una celebración pentecostal con todos los diáconos del mundo que les tocaba ordenarse en 1975".

"Luego de la imposición de las manos, san Pablo VI nos invitó a meditar tres palabras para que se hicieran vida a lo largo del ministerio sacerdotal. La primera fue la vocación, es decir el llamado", recordó. 

"En este Año Santo de la esperanza todos somos llamados por el amor misericordioso e infinito de Dios a llevar adelante la vida como una misión, una tarea encomendada por Dios, siendo partícipes y hacedores de una vida nueva que Jesús trajo al mundo con su muerte en la cruz y su resurrección", sostuvo.

El obispo emérito señaló que "el acontecimiento de este viernes nos hace centrar la mirada en la vocación al sacerdocio ministerial dado por Jesucristo a los apóstoles para que fueran hasta el fin de del mundo a anunciar la vida nueva para toda la humanidad".


"El Papa nos habló de las pruebas y lo difícil de la vida actual, pero que cuando se lleva a Jesús en el corazón, es capaz de transformarse, con la ayuda de Dios, no sólo en grandes desafíos de cada día sino en plenitud de existencia que llena de esperanza, dando gracias a Dios por la vida", puntualizó.

Monseñor Fernández volvió a citar a Pablo VI, quien el día de su ordenación sacerdotal predicó: "El sacerdocio es misión, no es para quien está investido de él, no es una dignidad personal, no es un fin en sí mismo; el sacerdocio está destinado al mundo, a la Iglesia, a los hermanos. Enviados para todos, el sacerdocio es esencialmente social. Es un llamado, que se hace mandato programático y fascinante".

"Cuánto agradezco estos últimos diez años de la vida sacerdotal junto a ustedes, aprendiendo juntos, en medio del Covid, y comenzando la hermosa experiencia de caminar juntos, escuchándolos y discerniendo la realidad que nos llevaba a contemplar y vivir la fraternidad, donde se iba haciéndonos más cercano, entre luces y sombras como le gustaba decir al papa san Juan Pablo II, pero que ha dejado en nosotros ese ardor y fuego del Espíritu Santo, para 'seguir andando nomás'", concluyó y animó a la feligresía a vivar a la Virgen.

Mons. Torres: "Un jubileo dentro de otro Jubileo"

Antes que terminara la misa, monseñor Torres expresó: "Luis eligió que rezáramos por la Iglesia particular y el prefacio de la Iglesia particular evoca que la Iglesia es esa parte humanidad empapada en la trinidad. Hoy estamos uniendo el Jubileo de 1975, del 2000 y del 2025. Y tu vida Luis por la providencia de Dios ha estado íntimamente unido al sucesor de Pedro". 

"Vos estudiaste en Buenos Aires y te llamaron para ordenarte en Roma, luego lo ordenó de obispo quien después fue Francisco y fue su auxiliar. Su vida está unida a dos papas y en este Jubileo no podemos dejar de rezar por el papa León XIV. En el corazón de la Iglesia peregrina de esperanza hay indulgencias, que son una invitación a vivir la comunión con el Papa", afirmó.

"Es la primera vez en la historia que Rafaela tiene un emérito y un obispo titular juntos; es muy bíblico, los apóstoles iban de dos en dos como Pedro y Juan", destacó.

Monseñor Torres consideró que el Jubileo es una invitación a "vivir la conversión más hondamente; no es una cosa mágica de cruzar una puerta, es redescubrir al amor de Dios, nada puede separarnos del amor de Cristo". 

"Se ve sacramentalmente presente la Iglesia con el pueblo de Dios y su presbiterio, y esta gracia tenemos que celebrar; es un Jubileo dentro de un jubileo, con la intención ganar la indulgencia y renovar nuestro compromiso de ser testigos de esperanza", agregó.

El obispo aseguró que su antecesor "es parte de este presbiterio porque pasó por acá y se quedó, se desposó con esta Iglesia particular porque ha recibido la plenitud del orden. También sé que (Jorge) Casaretto, que después tuvo otra misión episcopal (de Rafaela fue obispo de San Isidro), reza todos los días por nosotros. Qué gracia que tenemos que valorar y celebrar".+