Rosario: Aportes de la Pastoral Social arquidiocesana al debate sobre la reforma laboral

El organismo llamó a un diálogo serio entre Estado, trabajadores y empresarios, resaltó la centralidad del empleo digno y recordó principios éticos que deben orientar cualquier cambio normativo.

Ante la inminente discusión pública sobre la reforma laboral, la Pastoral Social de la arquidiócesis de Rosario difundió un mensaje con lineamientos inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, buscando contribuir al discernimiento ciudadano y a la responsabilidad de los legisladores.

El texto afirma que legislar es una tarea política y retoma palabras del papa Francisco sobre la necesidad de una "sana política", capaz de transformar instituciones y actuar según grandes principios, orientada al bien común y con mirada de largo plazo. En ese marco, subraya que asegurar el acceso al trabajo es "lo verdaderamente popular", porque permite desplegar las capacidades personales y constituye el camino hacia una existencia digna.

La Pastoral Social recuerda que el empleo es un derecho fundamental, clave para que mujeres y hombres puedan sostener una familia, alcanzar bienes materiales y desarrollarse en lo social, cultural y espiritual. Por eso, señala que la desocupación es "una verdadera calamidad social", frente a la cual corresponde al Estado promover políticas que activen el empleo, creando condiciones adecuadas para el desarrollo productivo sin ahogar la iniciativa privada.

Derechos laborales esenciales
El documento enumera los derechos que deben garantizarse en toda legislación laboral: remuneración justa, descanso, condiciones de trabajo seguras, respeto a la conciencia y dignidad, subsidios frente al desempleo, pensiones, seguridad social, protección por maternidad y sindicalización.

En relación con estos principios, subraya que cualquier normativa debe partir del reconocimiento del trabajador como sujeto de derechos y no como un recurso descartable. Recuerda que el trabajo no es una mercancía y que el salario es un instrumento de justicia que debe permitir una vida digna a las familias, considerando tanto las características del empleo como el bien común.

También advierte que la productividad económica no puede privar a las personas del tiempo de descanso, ocio y culto, y destaca el rol de los sindicatos en la defensa de los trabajadores, siempre que eviten prácticas corporativas y ponderen el impacto de sus decisiones en la sociedad.

El mensaje señala que la huelga es un recurso legítimo cuando fracasan otros medios, siempre que sea proporcional y pacífica. Asimismo, denuncia que la informalidad y el trabajo no registrado son prácticas injustas que privan de derechos esenciales, afectando especialmente a jóvenes, mujeres, migrantes y sectores vulnerables.

Un llamado al diálogo social
La Pastoral Social subraya que toda reforma profunda debe nacer de un diálogo sincero entre el Estado, los trabajadores y los empresarios. La negociación colectiva auténtica -afirma- fortalece la justicia y promueve la paz social.

Al finalizar, el organismo eclesial aclara que no corresponde a la Iglesia intervenir en decisiones técnicas o partidarias, sino iluminar la conciencia social desde el Evangelio, promoviendo la amistad social y una convivencia fraterna fundada en la justicia y la caridad.

El mensaje concluye encomendando a Nuestra Señora del Trabajo y a san José Obrero la protección de quienes trabajan, quienes buscan empleo y quienes tienen la responsabilidad de legislar en favor del bien común.+