Sábado 13 de diciembre de 2025

Mons. García Cuerva: 'La novedad de Dios cuestiona, despierta e invita a cambiar'

  • 9 de diciembre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo invitó a vivir el Adviento con apertura a la novedad de Dios, un camino que incluye conversión, austeridad y la decisión de acoger fraternalmente a los demás.
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El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, reflexionó sobre la figura de Juan el Bautista como protagonista del Evangelio y como signo de lo nuevo que Dios ofrece a su pueblo. Subrayó que su predicación en el desierto constituye ya un llamado a la Iglesia a salir a las periferias y anunciar la Palabra en los espacios más áridos y desconocidos, donde -dijo- "hay deseo del mensaje de Jesús y todavía no llegamos".

El prelado destacó que la invitación del Bautista a la conversión implica disponerse al cambio personal, dejarse interpelar y no caer en la autosuficiencia espiritual. Recordó que también a los saduceos y fariseos Juan les advierte que no alcanza con la tradición o la pertenencia religiosa para justificarse: "A veces la costumbre adormece nuestro corazón", advirtió, insistiendo en que todos necesitan renovar su vida a la luz del Evangelio.

Monseñor García Cuerva señaló además que la austeridad de Juan el Bautista -su modo de vestir, de alimentarse y de vivir- contrasta con una sociedad marcada por el consumismo, acentuado cada diciembre. Su testimonio, dijo, interpela a poner menos atención en la apariencia y más en la simplicidad del corazón.

El arzobispo porteño invitó a preguntarse si existe verdadera apertura a la novedad del Espíritu, recordando palabras del papa Francisco de 2013: lo nuevo de Dios suele provocar temor, porque desinstala y conduce por caminos inesperados. Sin embargo, esa novedad es, afirmó, "lo que verdaderamente nos realiza, nos da alegría y serenidad, porque Dios siempre quiere nuestro bien".

Una invitación a la acogida fraterna
Al concluir su homilía, monseñor García Cuerva llamó a dejarse "inquietar" por la figura y el mensaje de Juan el Bautista, y  aprovechar el Adviento como oportunidad para avanzar en el camino de conversión.

Retomando la carta de san Pablo a los Romanos, propuso un compromiso concreto para la semana: "Sean mutuamente acogedores". Explicó que la acogida comienza por "darnos lugar en el propio corazón a la vida del otro", tratarnos con cordialidad y fraternidad, y abrir espacio para el hermano como preparación para recibir a Jesús en Navidad.

"Acoger al hermano en el corazón -subrayó- es también un modo de preparar el pesebre interior para recibir al Señor". Con ese llamado a la fraternidad y la apertura, animó a la comunidad a vivir el Adviento con un espíritu renovado.+